Angustia, lagrimas y frustraciones.

El día que siempre esperé finalmente llegó, ese día perdí toda esperanza. Dejé todo lo que deseaba, mis sueños murieron y abandoné la ilusión.
Supe que ya no podía soportar más ese constante dolor, necesitaba dejar de sufrir, decidí recibir el último puñal, el más doloroso pero el único que me llevaría al final.
Decidí morir para volver a nacer, enterrando mi pasado para continuar con mi futuro, dejando todo atrás sin posibilidades de que puedan regresar. Renuncie a la espera infinita de  todo lo que nunca se dijo, lo que nunca se demostró, las cosas que esperé todo este tiempo y nunca llegaron. 
Ya no hay vuelta atrás.
Tus palabras terminaron enfriando mi corazón.

Old school.

Los recuerdos son lo más valioso que quedo en mi, todo lo que viví los momentos más lindos que pase con las personas que más quise. Cuidado con lo que deseas porque a veces no es como lo imaginaste, todo lo que más odie es lo que hoy empiezo a extrañar.
La nostalgia de no volver a ver las mismas caras todos los días, de recorrer los pasillos, de salir al patio por 15 minutos, la libertad de salir a la calle después de haber estado 6 horas en una prisión.
Quiero regresar un año atrás y volverlo a vivir, quiero volver a usar el uniforme que muchas veces odie, quiero detener el tiempo, quiero tener un último primer día.
Durante toda mi vida el colegio fue gran parte de mi vida y hoy ya no lo es, siento que me falta una parte de mi pero aunque no quiera es hora de crecer.
Muchas veces se me cruza por la cabeza que no estoy lista, desearía un ultimo año para vivirlo al máximo tal vez no hice todo lo que debí hacer, tal vez quedaron algunas cosas pendientes, cosas que desde chica imaginaba, soñaba.
Todo final es un nuevo comienzo, una nueva entrada y siempre lo que viene es mejor. Tengo miedo del cambio porque no es lo que siempre acostumbre a hacer, la patética rutina que me siguió durante toda mi vida, HOY mi rutina cambia para ser otra, comenzar a descubrirme. Hoy prefiero confiar en el destino y sentir que cada etapa será mejor que la anterior. Preparo mis alas y me lanzo a volar…

Ya no se que hacer conmigo.

...ya aprendí a falsear mi sonrisa, ya caminé por la cornisa.
fui concreto y me fui por las ramas, ya me hice el bueno y tuve mala fama.
Ya me cambié el pelo de color, ya estuve en contra y estuve a favor
lo que me daba placer ahora me da dolor
Y oigo una voz que dice sin razón, vos siempre cambiando ya no cambias más
y yo estoy cada vez más igual, ya no sé que hacer conmigo.
Ya probé, ya fumé, ya tomé, ya dejé, ya firmé, ya viajé, ya pegué, ya sufrí, ya eludí, ya huí, ya asumí, ya me fui, ya volví, ya fingí, ya mentí.
Y entre tantas falsedades, 
muchas de mis mentiras ya son verdades...


¿Por qué será que la costumbre y la rutina nos aburre tanto a tal punto que nos deprime y deseamos el famoso cambio?.
Necesitamos distinguirnos del resto y a la vez sentirnos identificados con unos pocos. A veces llegamos a tal punto de sentir que nadie nos comprende sin embargo hay cosas que siempre nos van a tranquilizar y hacer que nos sentamos identificados ante el mismo dolor. En mi caso cuando no hay nadie que me pueda entender tal cual, siempre va a estar la música.
Es mejor mostrar siempre a los demás la alegría que tenemos y disfrutar los lindos momentos de la vida en compañía y guardarnos el dolor para compartirlo solo con nosotros mismos y así encontrar dentro de nosotros nuestras propias soluciones, nadie nos va a entender mejor que nosotros mismos ni va a sufrir el dolor que sentimos porque es solo nuestro. ¿Será que muchas veces soy masoquista por querer disfrutar mi dolor en soledad? Creo que muchas veces ese dolor es necesario.