A veces menos es más.


Las personas hoy en día se enamoran según la ropa que usan chicos y chicas, de la música que escuchan, de los deportes que hacen, del peinado que tienen y de todo lo superficial olvidándose de lo único que importa que es la persona en si, su identidad, lo que cada uno en verdad es. En la búsqueda de similitudes con otros para no sentirse solos, se alejan cada vez más de sí mismos, olvidándose de quienes son.
Cuando caemos en la realidad, al intentar escapar de todo esto terminamos encontrándonos, descubriéndonos a nosotros mismos como realmente somos.