Muchas veces al desear tanto algo, forzamos muchas cosas y conseguimos así lo que tanto anhelábamos. Pero esto no lo conseguimos con la naturaleza que debe tener y con su esencia natural sino que nosotros lo obligamos. Una palabra sin sentimiento no es más que un conjunto de letras vacías sin ninguna emoción. Forzar a decir un te quiero al principio alegra ya que lo conseguimos pero es la ilusión la que no te deja ver. La realidad te muestra que en verdad fue una simple frase sin sentido ya que no fue dicha desde el corazón. No vale la pena pretender que pase algo cuando no surge con naturalidad, prefiero tener la maldita ilusión que me hace pensar que algún día surgirá sin ninguna motivación sino por el simple hecho del sentimiento.